Matías y Mi otro yo (parte II)

Hay varios disturbios
Tras el vértice, mi aura está perdida
Es solo un estado vibratorio
Una estela de momentos fugaces

Se estar ausente de la vida
Viajando a los lugares que me han abrazado a distancia.
Mi garganta se seca y mis manos tiemblan
Tras de este espejo no logro reencontrarme
Y Mucho menos ver por mi ventana.

Se acariciar y besar una mano,
Se tocar el pelo con toda la ternura que guarda mi pecho
Y también se mirar con la única sinceridad que a un conservan mis ojos,
No se mentir mas nadie me cree.
Pero lo que más se hacer es Amar.

A pesar de ello.
Hoy paro y re-escarbo en mi caja de sueños
Aquellos que fui olvidando al paso de los años
Cuando era más grande y llegaba a ti con tan solo pensarlo y sentirlo.

Pero hoy, más que nunca sigo mi camino
También he logrado refugiarme
En ese mismo rincón estelar
Donde guardo la espera de mi vuelo
Cuando estoy herido y mi alma siente resbala.

Pero sigo mi ruta
Y como cada noche y cada mañana
Entre horas,
Suelo dejar mis espacios abiertos
Esperando esa frase, esa palabra
La del corazón de tu boca.

Gilberto Fernández